La nariz de los mamíferos tiene una porción exterior y una interior. La porción exterior es la visible, se encuentra en el rostro, entre los ojos y la boca. La nariz de todos los vertebrados contiene dos narinas separadas por el denominado filtrum.
Externamente está cubierta de músculos y piel, y varía mucho entre especies, incluso en algunos organismos como en los gorilas, la forma de la nariz es con lo que se les puede identificar como individuos únicos o en los perros con base en su patrón de textura (como en los humanos las huellas dactilares). En algunos mamíferos la punta tiene una estructura más rígida, como es el caso de los perros, a la que se le llama trufa.
La estructura ósea de la nariz está compuesta por los huesos etmoides, maxilar superior y cornetes inferiores (son muy finos y sirven para aumentar la superficie olfativa y de la mucosa para filtrar y calentar el aire). En la porción posterior se ubican unas estructuras llamadas coanas, que son orificios que se conectan con la faringe. En la parte superior de las fosas nasales se encuentra el órgano vomeronasal o de Jacobson, es el que capta las partículas que se interpretarán como olores. En el caso de los cánidos las fosas nasales tienen una “segunda cavidad” que es la que les permite, a diferencia de la mayoría de los mamíferos” poder mantener el olfato funcionando óptimamente durante una actividad física, como correr, que incrementa el flujo de aire por las narinas.
Las narinas se conectan con la boca, esta conexión además de permitir el flujo de aire hacia los pulmones, cuando las narinas están obstruidas, tiene una importante función en el denominado retrogusto. El retrogusto es la capacidad que tiene el organismo para determinar los sabores de la comida. En el proceso de masticación muchas de las esencias de los alimentos, que no son detectados por las papilas gustativas, se vaporizan.
Durante la exhalación de la respiración los vapores de la masticación pasan a la faringe de ahí las esencias llegan a las narinas, donde las membranas olfativas las detectan y las analizan. La yuxtaposición de la información de las papilas gustativas con las esencias olfativas produce la sensación integral del alimento que se está degustando.
La nariz además tiene estructuras accesorias en el cráneo que nunca consideraremos que son parte de la nariz (porción interior), a éstas estructuras se les llaman senos paranasales. Los senos paranasales se ubican en la parte interna de los huesos del rostro como son el frontal (en la frente), maxilares (en los pómulos), etmoidales (parte superior de la nariz) y esfenoidales (atrás de la nariz). La función principal de los senos paranasales es la secreción de moco y ayudan a aligerar el peso del cráneo. También contribuyen al intercambio de calor; el aire que se respira usualmente tiene una temperatura diferente que la corporal del individuo, si el aire permaneciera frío al entrar en el organismo, dañaría las mucosas y podría causar que el organismo sangrara. De manera que cuando el aire entra al organismo, éste es calentado a la temperatura corporal del individuo y así pueda llegar a los pulmones. Es por ello que cuando los individuos no acostumbrados a respirar aire frío al llegar a sitios con estas condiciones ambientales, les duele la cabeza, sobre todo la frente, causado porque los senos paranasales se enfriaron de más y perdieron su óptima capacidad del intercambio de temperatura con el aire. Algo tan sencillo como respirar a través de una bufanda puede quitar un fuerte dolor de cabeza. Es por ello que los mamíferos de lugares fríos tienen las cavidades nasales más amplias, de manera que puedan calentar mejor el aire frío exterior que están respirando.
La nariz también es una importante reguladora de la presión. La nariz se conecta con el oído medio a través de las trompas de Eustaquio (técnicamente en la faringe). Este conducto permite regular la presión interna del oído medio, además, compensa con la presión externa en el ambiente. Es así que durante los cambios de presión los oídos molestan y en cierto punto se siente como que los oídos “truenan”. Es a través del aire filtrado de la nariz que el oído medio compensa la presión y ajusta el tímpano para que no tenga tensión por diferencial positiva o negativa de la presión. Este conducto se nos hace más presente cuando tenemos cambios de presión y la nariz está obstruida por mucosidad, es entonces cuando el flujo de aire se limita en las trompas de Eustaquio y el tímpano se distiende causando un dolor.
El filtrado del aire en la nariz tiene como función extraer la mayor cantidad de macro partículas posibles presentes en el aire. El proceso de filtrado tiene dos elementos básicos. El primero es la presencia de velocidades por las que el aire debe de circular impidiendo que las partículas de mayor tamaño no ingresen al sistema respiratorio. El segundo elemento es la producción de mucosidad que es una sustancia viscosa y adherente producida por las células caliciformes del epitelio cilíndrico. El moco tiene dos funciones vitales, mantener la humedad en el epitelio y capturar las partículas extrañas para englobarlas y desecharlas del organismo. El moco captura a partículas orgánicas e inorgánicas impidiendo su ingreso al organismo.
La principal función de la nariz es filtrar, humedecer y calentar el aire que los organismos respiramos en su paso por las narinas, además de ser el órgano principal de fijación para el sentido del olfato y es importante en el del gusto.
Autores | |
Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email (AGM-G), (STA-C). |
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