Reportado en tres de los principales países productores de soja en América del Sur (Argentina, Brasil y Paraguay), el tizón de la hoja por Cercospora es una amenaza global para este cultivo. La enfermedad causa lesiones de color púrpura oscuro en las hojas y defoliación prematura, lo que puede disminuir la producción de soja.
Actualmente no hay cultivos de soja resistentes al tizón y los fungicidas son cada vez menos efectivos a medida que Cercospora desarrolla resistencia. Para combatir esta devastadora enfermedad, es fundamental cultivar soja resistente.
Una colaboración entre científicos del Centro Internacional de Investigación de Ciencias Agrícolas de Japón, la Universidad Nacional del Noroeste de Buenos Aires (Argentina) y el Instituto Nacional de Tecnología Agrícola de Brasil ha permitido desarrollar un método de inoculación que puede identificar resistencia contra uno de los patógenos causantes del tizón.
“Desarrollar una inoculación para esta enfermedad fue difícil, pero finalmente desarrollamos un prototipo de este método”, explicó Takeshi Kashiwa. Su método utiliza solo hojas para la inoculación, lo que aporta una gran ventaja para el cribado de materiales genéticos de la soja a través de un pequeño diseño experimental.
"El método puede ayudar a los genetistas a seleccionar material genético candidato contra la enfermedad", dijo Kashiwa. La investigación ha sido publicada en ‘PhytoFrontiers’, revista de acceso abierto.
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