Cultura y pandemia: ¿cuánto impactó la crisis en las industrias culturales y creativas?

La sorpresiva irrupción de la pandemia en el mundo castigó fuertemente al sector creativo y cultural, especialmente, en América Latina y el Caribe, donde, al menos, 2.6 millones de puestos de trabajo se vieron afectados como consecuencia de las restricciones implementadas en los países, según datos del estudio Evaluación del impacto del COVID-19 en las industrias culturales y creativas. Una iniciativa conjunta de MERCOSUR, UNESCO, BID, SEGIB y OEI. El informe, que se publicó el pasado jueves 16 de diciembre, estima el efecto inicial macro y microeconómico de las restricciones impuestas por la pandemia en las Industrias Culturales y Creativas en la región.

El documento también concluye que las medidas de distanciamiento social asociadas al confinamiento afectaron especialmente al sector creativo y cultural, con efectos en toda su cadena de valor, lo que debilitó, aún más, la situación de los profesionales de la cultura, principalmente trabajadores de micro, pequeñas y medianas empresas, así como a artistas y trabajadores independientes, muchos de ellos informales. Este proyecto, además, permitió reunir a Gobiernos y organismos de cooperación internacional para sistematizar información y estadísticas culturales a nivel regional, se pudo confirmar y visibilizar una situación alarmante.

Así, la mitad de los trabajadores y empresas participantes en la encuesta regional de este proyecto estimó en un 80% de pérdida tanto en ingresos como en ventas. Las actividades vinculadas con el patrimonio, las artes escénicas, la formación y la música fueron las más afectadas, con caídas superiores al 20% en la generación de Valor Agregado Bruto. Al menos unos 71.817 espacios o equipamientos de las ICC han sido afectados por la pandemia: entre ellas, 21.928 bibliotecas, 11.304 centros culturales, 7.516 museos y 6.908 teatros cerraron en 2020.

Este documento busca revertir una debilidad latente en Iberoamérica generando estadística válida y actualizada sobre la economía cultural a través de la generación de indicadores culturales que apoyen la gestión de las políticas públicas culturales. Asimismo, pretende contribuir a la producción de cartografía cultural regional, la socialización de políticas públicas implementadas por las instituciones culturales de los estados miembro y la difusión de estudios e investigación.

La situación actual requiere que los Estados de la región cuenten con estimaciones precisas de la magnitud del fenómeno para diseñar políticas paliativas efectivas para el sector cultural. A este respecto, este documento  contribuirá a la promoción de un análisis común del sector a través de la generación de datos comparativos y estimar el impacto de la pandemia en los bienes y servicios culturales de los países.