Sin necesidad de tener un laboratorio especializado o materiales reactivos muy costosos, el nuevo método les permitiría a los palmicultores detectar los genes que hacen susceptible a la palma aceitera a la pudrición del cogollo.
Así lo comprobaron los investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín Rodrigo Alberto Hoyos, biólogo y director de la patente, y Alejandro Álvarez Restrepo, doctor en Biotecnología y autor, quienes desarrollaron un método rápido y fácil para que los palmicultores logren detectar a tiempo las palmas de aceite que podrían sufrir la enfermedad por la presencia de genes receptores.
La pudrición del cogollo en la palma aceitera o africana es la más devastadora en toda América Latina, ya que ataca la producción de hojas y racimos afectando más de 35.000 hectáreas de plantación.
Aunque se ha publicado que el agente causal de esta enfermedad es el hongo Phytophthora palmivora, un microorganismo capaz de degradar los tejidos, el método desarrollado por los investigadores de la UNAL Sede Medellín se convierte en pionero para comprobar que la enfermedad ocurre por genes que predisponen a la planta al ataque de microrganismos.
“Tratamos de explicar que antes de que algún patógeno llegue a causar la enfermedad, la planta ya tiene unos mecanismos genéticos que la predisponen al ataque del hongo”, explica el doctor Álvarez.
Colombia es el cuarto productor de palma africana en el mundo y el primero de América, con una cosecha de más de un millón de toneladas de aceites en el país, y costos de producción más bajos que otros cultivos como el cacao.
La patología reduce abruptamente los rendimientos de plantación de la palma e incluso acaba con siembras enteras, tardando temporadas de hasta tres años para reponerse.
“Después de detectar el gen que predispone a la palma, el agricultor puede tratar de mitigar los factores externos como el ambiente, la falta de nutrientes de la tierra o fertilizantes que hacen que el gen se exprese ante microorganismos patógenos para que la planta no se enferme”, explica el doctor Álvarez.
La aparición de la enfermedad quedaría sujeta a tres momentos: acciones exógenas predisponentes, una respuesta fisiológica entre la genética de la planta, y el ataque de algún microorganismo.
Método fácil y económico
“Buscamos en la palma genes receptores de etileno que la predisponen, y además un proceso que sea más amigable y más sencillo para trabajar para los palmicultores”, explica el investigador Álvarez.
El palmicultor toma la muestra del tejido de la planta enferma por el cogollo, luego lo tritura al punto de romper y separar las células; esta muestra o líquido se lleva a una membrana capaz de capturar el ADN de las células, y en esa membrana se adiciona un reactivo para detectar el gen; se deja actuar durante 12 horas para que la sonda detecte el gen específico, el cual se muestra en la membrana con puntos de coloración negros.
La patente otorgada por la SIC a este modelo incluye un kit de detección del gen, el cual se está intentando comercializar hoy.
“Existe una serie de pasos y reglas que nosotros estandarizamos –como tiempos, sondas o reactivos– y ahí está la patente. Nadie lo había hecho en el país ni en el mundo; sin embargo aún faltan recursos económicos para desarrollar el kit a nivel industrial y de volverlo comercial”, indica el doctor Álvarez.
Por último, la patente le garantiza al palmicultor programar las siembras de las palmas que no van a tener el receptor de gen.
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